— Quinta de mil es un vino de denominación de origen Arribes elaborado en ánfora, en una bodega centenaria, con variedades autóctonas, métodos tradicionales, mucho cariño y un propósito muy claro. En realidad, más de uno.
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QUINTA DE MIL
El vinazo de ánfora
— El propósito de hacer cinco vinos únicos
Dos negros, dos blancos y un rosado. Cinco vinos de edición limitada que nacen de variedades autóctonas como la Juan García, la Malvasía, la Bruñal o la Puesta en Cruz. En una bodega del siglo XVIII de piedra granítica y usando ánforas de barro para respetar al máximo la esencia de cada uva. Con mínima intervención y mucho mimo. Por eso lo de vinazo, porque vino se nos quedaba corto.
— El propósito de preservar un terreno casi olvidado
El vino de Quinta de Mil nace de variedades minoritarias de uvas que cultivamos en terrenos en los que hay menos de 1000 hectáreas de viñedos en toda España. En Fermoselle, un rincón casi escondido en las orillas del Río Duero. Allí cultivamos variedades autóctonas únicas como la Bruñal y la Puesta en Cruz. No solo queremos crear vinos excepcionales, sino también preservar un terreno agrícola que queremos mantener. Y a sus agricultores, también.
— El propósito de cumplir un sueño
Este vino nace del sueño de crear algo verdaderamente especial. Dejamos atrás una vida de estrés para dedicarnos a un proyecto que verdaderamente nos moviera el corazón. Podríamos decir que crear vinos siempre ha sido nuestro camino pero, después de probar muchos caminos, sabemos que el mejor no es el que te lleva más lejos, sino el que te redirige de vuelta a lo que siempre has querido.
— El propósito de ofrecerte más que vino
Ofrecemos experiencias personalizadas como catas exclusivas, maridajes con la mejor gastronomía y eventos diseñados para que conozcas no solo nuestros vinos, sino también el viaje que hay detrás de cada botella. Porque sabemos que un vino se disfruta más si te cuentan de dónde viene. Y todo lo que ha pasado para llegar hasta allí.
— El propósito de producir sin superproducir
Con el acompañamiento de Alma, nuestra enóloga, supervisamos cada etapa del proceso, desde el terroir hasta el embotellado. Su visión y sensibilidad aseguran que cada decisión—desde el trabajo en la viña hasta el momento justo de embotellar—responda al carácter único de cada añada. Preferimos cuidar cada detalle antes que producir en masa. Queremos que quien elija nuestros vinos lo haga sabiendo que detrás hay un vino grande que nace de un terreno pequeño.
– Los vinos
En Quinta de Mil, usamos ánforas de barro para elaborar vinos que respetan la esencia natural de cada variedad, realzando sus aromas y sabores sin artificios.
